Como dice, mi buen amigo Mario, después de un día nublado ¡¡¡¡¡siempre sale el sol¡¡¡¡¡, y lo mejor de todo…es que brilla maravillosamente.
Veo el asomo de un rayo de sol que penetra y comienza a inundar mi corazón poco a poco de alegría, como te necesito y tu tan esquiva…
¿Dios mío, donde has estado?
Son momentos me digo, que a veces detienen el tiempo y es necesario que así sea, un tiempo para mi niño, el necesita de ese tiempo y es algo que solo yo puedo darle.
Te doy mi tiempo, te doy mis oídos, en fin, me dono como madre
Te amo hijo
jueves, junio 01, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario